martes, 4 de septiembre de 2007

El taxista y el té


Ya había escrito acerca de mi terrible problema de gripa. Bueno, ya me libré de la gripa pero quedó algo aún peor: la tos. Con la gripa y la nariz tapada, llega un momento en el que me acomodo en la cama, con muchas almohadas para quedar medio sentada y con eso ya puedo dormir y respirar más o menos decentemente, pero la tos, esa no hay modo de controlarla, por más que me mueva, que me acomode, que de vueltas, me siente, me acueste, me ponga boca abajo, la tos ataca y no hay modo de dormir. El caso es que ayer me subí a un taxi para ir a la oficina, porque mi coche también está enfermito, y con mi tos de perro medio le dije a donde iba. El taxista amablemente me dió una receta medio loca: tres rebanadas de cebolla hervidas en una taza de agua. La verdad lo tomé más a broma que en serio, pero anoche estaba ya tan desesperada (antenoche solo dormí como 3 horas y estaba demasiado cansada), que me preparé el dichoso té. Fue como poción mágica. Sí no te gusta la cebolla mejor ni lo intentes, porque aunque no sabe a nada, el olor es bastante fuerte, pero en serio funcionó. En cuanto me lo terminé la tos había desaparecido casi por completo, como del 10 al 1. Dormí como bebé y ahora me voy al super, porque esos eran los últimos pedazos de cebolla que tenía. Ahora voy a tomar más en cuenta los remedios naturistas de la abuela. Sean felices.

1 comentario:

Ricardo Soares dijo...

bueno... espero que esteja melhor de la gripa... tb me gusta kubrick...besos desde brasil
ricardo