jueves, 22 de noviembre de 2007

Adicción


Soy adicta a muchas cosas... al cigarro, al chocolate, al amor, a dormir... pero mi más reciente adicción son los Gladiadores. Estaba yo bien tranquila perdiendo mi tiempo en internet cuando vi la publicidad del juego, se me hizo interesante y me metí. Ya antes había intentado los RPG en internet con uno de hacer tu civilizacion muy al estilo Age of Empires pero no me gusto, así que simplemente borre la cuenta y di por muerta mi incursión a los RPG en línea... pero me equivoque.

Ahora soy una gladiadora, aunque lo único que no me gusta es que no hay imagenes de chicas para el perfil, en realidad la imagen es igual para todos... no me molestaría que también la imagen femenina fuera identica para todas pero que al menos haya una opción de mujer.

Por eso ya ni siquiera me meto a mi blog, entre el gladiador y el facebook ya me chuparon todo mi tiempo en internet... pero prometo tratar de ponerle más atención a esto.

Cualquier cosa me pueden encontrar en :

http://s1.gladiatus.com.mx/game/c.php?uid=41879

sábado, 10 de noviembre de 2007

Mecánica instantanea

La semana pasada Israel y yo pasamos a visitar a una amiga a su oficina. Da la casualidad que en el edificio de junto hay un taller mecánico. En lo que esperábamos en el coche a que ella saliera de la junta en la que estaba una señora se estacionó justo atrás de nosotros. Por el espejo retrovisor ví como apagaba el coche, ponía cara de angustia, jalaba la palanquita para abrir el capó y se bajaba. Después de pelear unos momentos por encontrar cómo abrir el cofre lo logró, y se quedó mirando el motor con una cara de concentración digna de un campeonato de ajedrez.

Fue cuando caí en la cuenta de que parece que todos pensamos que por el simple hecho de abrir el cofre, aparecerá un manual mágico de "Mecánica fácil" para que comprendamos que le pasa a nuestro coche. Es como si el observar fijamente todas esas piezas automotrices nos permitiera adquirir por alguna especie de osmosis todos los conocimientos necesarios para arreglarlo, o mejor aún, como si esperáramos que en algún momento el motor mismo nos dijera "me duele aquí, para solucionarlo haz esto y aquello".

Claro que después de unos minutos de observar fijamente el motor sin moverse, la señora simplemente se dió por vencida y fue por un mecánico, como decepcionada de no haber podido resolver el asunto ella sola.

Es gracioso como esperamos que por el simple hecho de mirar fijamente algo vamos a resolverlo, desde algún crucigrama hasta la mecánica, como le sucedió a esta señora.

En fin, suerte con la osmosis visual.

Sean felices.